Sin duda reportar sobre una epidemia que se encuentra activa resulta muy complejo ya que surgen datos que agregar y nueva información diariamente. El presente artículo reporta sobre el panorama de la epidemia de ébola hasta mediados de octubre de 2014.
Hasta hace poco, la epidemia estaba contenida en la región oeste de África; inició en Guinea y de ahí se diseminó a Sierra Leona, Liberia y Nigeria, y posteriormente a algunos otros países del continente. Durante los últimos días se han registrado, al menos, tres casos de contagios fuera de África; uno en España y dos en Estados Unidos, que ocurrieron por contacto con personas que viajaron desde África con la infección.
Los primeros casos de ébola en el mundo se diagnosticaron en Sudán y la República Democrática del Congo, en 1976. El primer incidente se reportó en un pequeño poblado cerca del río Ébola, en el Congo, de ahí el nombre con el que se le bautizó. Desde entonces se han registrado varias epidemias, 1976, 1995, 2000 y 2007, sin embargo, la de este año ha sido mucho más grande que las anteriores.
El contagio
El ébola es una infección sumamente agresiva, causada por un virus que pertenece a la familia de los filovirus (virus que tienen envoltura, no son segmentados y contienen una sola hebra de RNA). Esta familia cuenta con otros miembros que también pueden producir enfermedades graves en humanos, como los marburgvirus. A la fecha se han aislado cinco cepas distintas de virus del ébola, cuatro de las cuales son capaces de infectar gorilas, chimpancés y humanos. Todas producen fiebres hemorrágicas de diferente gravedad. Se piensa que la epidemia actual es causada por el Zaire ebolavirus (EBOV).
Al principio se creía que el contagio primario había sucedido debido al contacto con gorilas, pero después se desechó esta idea porque la mayoría de gorilas que contraen el ébola mueren, es decir que no son portadores de la enfermedad. Ahora se cree que los reservorios naturales de este tipo de virus son los murciélagos de la fruta presentes en la zona subsahariana. Los humanos pueden contraer la enfermedad por comer la carne de los murciélagos, práctica usual en las poblaciones rurales africanas, o por tener contacto directo con sus excreciones, ya sea sobre alguna herida o por tocarse los ojos o la boca después de estar en contacto con ellos. Así mismo la manipulación o el consumo de otros animales contagiados conlleva el riesgo de infección. Hasta el momento se ha reportado que, además de los gorilas, los chimpancés, druikers (una especie de antílope enano) y las musarañas sucumben ante el virus y su carne puede fungir como vector de contagio para el humano.
Todo parece indicar que el brote actual inició en un caserío, cerca de Guéckédou, Guinea, donde, de acuerdo con personal de Médicos sin Fronteras, es frecuente la caza de murciélagos. Como sabemos, la infección después puede pasar de humano a humano a través del contacto directo con distintos fluidos corporales, como sangre, lágrimas, mocos, sudor, orina, heces, saliva, semen, etc.
En dicha población fueron hospitalizados ocho pacientes, tres de los cuales perecieron, y posteriormente se supo de la muerte de algunos familiares de estos; así mismo varios trabajadores del hospital se contagiaron y también murieron. La investigación epidemiológica inició con muestras de sangre obtenidas de los pacientes mencionados que se analizaron en laboratorios con el estándar más alto de seguridad en Francia y Hamburgo.
Cuando el virus entra en el organismo ataca todos los órganos y descompone la respuesta normal del sistema inmune, impidiendo que fabrique algunas proteínas que le sirven para defenderse. La infección provoca problemas de coagulación severos, que desembocan en sangrados a distintos niveles corporales. El resultado es que entre 50 y 90% de las personas infectadas muera. A la fecha se tienen registrados aproximadamente cuatro mil casos para la epidemia actual, de los cuales más de dos mil setecientos han probado ser fatales.
El análisis epidemiológico de los primeros meses de evolución reveló que la mayoría de los pacientes tenía entre quince y cuarenta y cuatro años de edad, sin predominio de género. Los casos fatales ascendieron al 70% y el período de incubación promedio fue de once días. El tiempo calculado para doblar los casos varía de lugar en lugar, por ejemplo, para Guinea fue de dieciséis días, mientras que para Sierra Leona fue de treinta. Con estos números y asumiendo que no hubiera cambios en las medidas de control, se pronostica que para noviembre los casos totales lleguen a veinte mil.
Fuera de África se han registrado pocos casos de contagio. En Dallas, Estados Unidos, una persona que había estado en Liberia, cayó enferma a los pocos días de arribar a suelo americano. Este paciente falleció y durante su enfermedad contagió a una de sus cuidadoras. Por otro lado en España, un misionero, que fue trasladado enfermo desde África, contagió antes de fallecer a una de las enfermeras que lo atendió. En ambos países se han realizado esfuerzos para determinar y seguir con atención a todos los ciudadanos que hayan podido entrar en contacto con dichos enfermos; será sumamente importante constatar si se registran o no más contagios.
Cada una de las enfermeras contagiadas tenía un perro como mascota. En el caso español, el perro fue sacrificado porque no se le pudo mantener en una cuarentena adecuada. El ejemplar del caso texano, en cambio, se mantiene aislado y en observación. No se sabe bien si los animales de compañía pueden adquirir el virus o enfermar, pero, al parecer, en algunos perros se han detectado anticuerpos contra el virus del ébola. Esto podría implicar que estos animales podrían ser transmisores o que padecieron una forma benigna del padecimiento; sin embargo, es necesario realizar más investigaciones para determinar si, el llamado mejor amigo del hombre, puede dispersar la enfermedad.
La sintomatología y evolución de la patología
El ébola inspira temor sin lugar a dudas, pero, a la fecha, está bastante bien contenido de ese lado del mundo; así que espero querido lector que al leer estas líneas no empiece a sentirse enfermo, ya que si no ha tenido contacto directo con una persona infectada es imposible que esté enfermo.
En el caso de la transmisión de humano a humano, la infección sólo puede ser adquirida si se tiene interacción directa con una persona infectada (y es posible que únicamente si dicha persona ya tiene los síntomas). Se contagia a través de los tejidos y las secreciones o por objetos contaminados por éstos (los objetos contaminados se conocen como fomites), como agujas, sábanas, etc. y los fluidos infectados tienen que entrar en contacto con la boca, los ojos, los genitales o alguna herida en la piel.
Los productos más infecciosos son la sangre, las heces y vómitos, pero como mencioné antes, también se puede adquirir a través del semen, orina, sudor, lágrimas o leche. Es especialmente peligroso manipular los cadáveres, la práctica de lavar los cuerpos muy extendida en África puede haber contribuido a la amplia diseminación del contagio.
La enfermedad tarda en desarrollarse de dos hasta veintiún días después del contagio, pero generalmente se presenta entre el día ocho y diez. Al principio los síntomas se parecen a los de la influenza, fiebre alta, cansancio, dolores musculares, dolor de cabeza y garganta irritada. Conforme el ataque va empeorando el cuadro provoca vómitos, diarrea, urticaria y sangrados en distintos tejidos sin necesidad de que haya heridas presentes, por ejemplo, en las encías.
El virus del ébola tiene una proteína, denominada VP24, que es la responsable de la incapacidad que produce sobre el sistema inmune, afectando la acción del interferón, y provoca que la enfermedad sea mortal.

Hacia donde se dirigen los tratamientos
Al día de hoy no existe aún un tratamiento totalmente efectivo, pero se trabaja sobre el desarrollo de dos tipos de vacunas. Ambas han pasado ya la pase de experimentación con macacos y van a entrar en la fase 1 de pruebas con humanos, lo cual resulta esperanzador. Mientras tanto, el tratamiento de los pacientes es con medidas generales y soporte básico, como hidratación con fluidos intravenosos, oxígeno, mantenimiento de la presión arterial y tratamiento de otras infecciones. La supervivencia depende de que tan sano se encuentre el sistema inmune del huésped y, como sucede con la mayoría de enfermedades, mientras más temprano se brinde atención medica, mejores serán las posibilidades de recuperación.
Uno de los tratamientos que ha tenido cierto éxito en experimentos con macacos infectados es administrar un coctel de anticuerpos humanizados de ratón (ZMapp). Aún no hay un estudio definitivo de este tratamiento en humanos, pero, algunos de los pacientes en los que se ha probado durante la epidemia, han reaccionado bien; sin embargo, otros tantos no han respondido adecuadamente. El problema es que actualmente las dosis de este coctel son escasas y tomará tiempo producir más. También se ha intentado introducir a las células infectadas RNAs que modulan o interfieren con la síntesis de proteínas del virus.
La mejor manera para evitar el contagio es:
No viajar a las áreas afectadas. En caso de que esto no sea posible, evitar tener contacto con enfermos y animales como murciélagos, monos o su carne. Lavarse las manos con frecuencia. Si hubo contacto con pacientes, se debe estar en observación atenta por lapso de veintiún días, si se presenta fiebre pedir auxilio de inmediato y asistir a un hospital.
Consideraciones finales
En algunos de los países africanos las condiciones de vida son cruentas. Los habitantes están inmersos en la pobreza extrema y sumergidos en conflictos bélicos interminables, no confían en las autoridades y hay muy pocos médicos y personal de salud. En estas condiciones detener la epidemia resulta no solo muy complicado, sino prácticamente imposible. La ayuda mundial es fundamental si se pretende detener esta crisis.
Tengo que mencionar mi admiración por la organización de Médico Sin Fronteras, ya que han estado presentes en las zonas de contagio desde los primeros casos, a pesar del riesgo para su salud que esto implica. Una decena se han contagiado a la fecha y de éstos han muerto la mitad. Otros con más suerte, no se han contagiado pero regresan de las zonas de trabajo devastados por la falta de ayuda mundial.
En Europa y Estados Unidos parece ser que será más fácil aislar y frenar la epidemia. Si las cosas fueran al revés, y occidente fuera el mayormente afectado, es posible que ya se hubiera desarrollado una vacuna contra el ébola. Sin embargo, no todo es tan fácil, aún en EU, el NY Times habla de que es un misterio como se contagió la enfermera de 26 años que estuvo al cuidado del paciente de ébola que falleció en Dallas. Están llevando a cabo un reentrenamiento de todo el personal médico, tratando de revisar cual pudo ser el error que la llevó a infectarse; probablemente fue al quitarse la ropa de trabajo.
Nos queda esperar que esta epidemia se pueda contener antes de que cobre más vidas y que, antes de que surja la siguiente, ya se cuente con vacuna efectiva.
Última nota: la enfermera española ya se encuentra a salvo de la enfermedad; la Organización Mundial de la Salud ha declarado a Nigeria libre de Ébola y Senegal no ha tenido casos nuevos, así que se considera que en ese país también terminó el riesgo de contagios. Tampoco han surgido casos nuevos fuera del Continente Africano, esperemos que la salud global siga mejorando.
Más información y bibliografía:
http://www.cdc.gov/vhf/ebola/index.html
http://www.infobioquimica.com/index.php/home/noticias-eventos/30-noticias/1737-descubren-como-el-virus-del-ebola-deshabilita-la-respuesta-inmune
– WHO Ebola Response Team. Ebola Virus Disease in West Africa —The First 9 Months of the Epidemic and Forward Projections. New England Journal of Medicine, Sept 2014. DOI: 10.1056/NEJMoa1411100
http://www.who.int/mediacentre/news/ebola/01-october-2014/en/
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