Larry Hester, un hombre de 66 de los Estados Unidos, que quedó ciego hace 30 años después de ser diagnosticado con la enfermedad degenerativa retinosis pigmentaria, ha recobrado la vista gracias a un ojo biónico desarrollado en el Centro Ocular de la Universidad de Duke.
El llamado Arguus II Retinal Prosthesis Device está formado por un componente electrónico que se implanta dentro y alrededor del ojo del paciente, una pequeña cámara anexada a lentes especiales y una unidad de procesamiento de video.
Cuando el usuario se pone los lentes y activa el aparato, la cámara comienza a capturar imágenes que son convertidas en una señal electrónica por la unidad de procesamiento. Estas señales se mandan, de manera inalámbrica, al implante ocular, estimulando el retina del usuario. Esta estimulación es interpretada por el cerebro como puntos de luz que pueden ser distinguidos como diferentes objetos, incluyendo puertas, curvas, tipografía grande y expresiones faciales.
Hester es el primero de siete pacientes que prueban el aparato, y aunque éste sólo sea una ayuda visual, él describió haber visto imágenes que ya había clasificado como memorias.
“Me pregunto por qué tuve tanta suerte” dijo conmovido.
Esperamos que más personas en su situación puedan pronto compartir su experiencia.
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