Inmersión en el jardín se convierte en el instante para habitar en este espacio natural situado en un mundo urbano. Los acontecimientos en este lugar son múltiples, como es en un primer momento, la activación de los sentidos al tocar sus aromas, colores, olores, texturas táctiles; enseguida la recuperación del idioma del jardín, a saber, agapanto, margaritas, rosas, manzanilla, narcisos, mirtos, claveles, por citar algunos nombres de los seres vivos del jardín; asimismo este espacio natural nos invita al estudio de la definición etimológica de los nombres de los seres vivos que habitan aquí, pongamos un ejemplo, uno de los nombres del colibrí es el chupamirto, debido a que se alimenta del néctar de las flores de la planta denominada mirto. Finalmente, para decirlo con las palabras del filósofo Santiago Beruete, el jardín es el espacio idóneo para ejercitar las virtudes como la paciencia y el cuidado por citar algunas.
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Porfirio Tepox Cuatlayotl, biólogo y Maestro en Historia por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, profesor de latín, griego, náhuatl y morfosintaxis comparada de la lengua española en Academia de Lenguas Clásicas Fray Alonso de la Veracruz, en la misma escuela, profesor del curso de griego, latín, sintaxis española, etimologías para niños de 6 a 12 años. Colaborador con artículos en la sección naturaleza y sociedad, en el portal digital Mundo Nuestro, Periodismo y Acción Civil; profesor invitado al programa radiofónico Buenas noches Puebla y al programa radiofónico “De todo un poco” con Ray Zubiry en Radio BUAP.
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