O que pasa cuando te “pierdes” en un libro.
Hagamos un pequeño experimento. Aquí esta un pasaje breve del primer libro de Harry Potter:
“Un arbusto en el borde del claro se estremeció … Entonces , de entre las sombras , una figura encapuchada llegó arrastrándose por el suelo como una bestia al acecho. Harry, Malfoy y Fang se quedaron paralizados. La figura encapuchada alcanzo al unicornio, bajó la cabeza sobre la herida en el costado del animal, y comenzó a beber su sangre.”
Aquí esta otro pasaje del último libro:
“Se levantó del suelo, se estiró y se trasladó al otro lado de su escritorio. Hedwig no hizo ningún movimiento cuando empezó a hojear los periódicos , tirándolos a la basura uno por uno; el búho estaba dormido, o bien lo fingía, ya que estaba enojado con Harry por sólo tener el permiso de salir de su jaula por tiempo limitado.”
¿Cuál te cautivó más? Probablemente el primero. Mientras el segundo segmento avanza la narrativa, el primero tiene drama, tensión, y un toque vampiresco en tan sólo cinco líneas. Es este tipo de acción ayuda a que los lectores se pierdan en los libros y que éstos se vendan por millones.
Todos hemos experimentado esa sensación, pero la ciencia detrás de este efecto no ha sido investigada. Un equipo de la Universidad Libre de Berlín en Alemania, liderados por el psicólogo Chun-Ting Hsu, decidieron ver qué ocurre dentro del cerebro cuando estás inmerso en unos fragmentos de Harry Potter.
Los participantes del estudio leyeron dos tipos de pasajes del libro dentro de un scanner cerebral. Estos podrían inducir el miedo (como el primero) y otros más neutrales (como el segundo). Un grupo por separado, evaluó la habilidad de “perderte” en cada pasaje.
Como se esperó, los pasajes de que provocan miedo tenían índices más altos que los neutrales, y se encontró mayor actividad en una área del cerebro llamado giro cingulado. El giro cingulado es responsable por nuestra empatía de dolor.
De acuerdo a los científicos, esto corrobora la “hipótesis de emoción ficticia”, donde la red de empatía en el cerebro del lector es más activo durante momentos emocionantes y emocionales de una historia, en comparación con momentos más neutrales.
Mientras el estudio es un gran inicio en el estudio de la inmersión en la lectura, cuenta con algunas fallas. La más importante es que cuando te “pierdes en un libro” lo tiendes hacer por horas, páginas o capítulos. Cuatro líneas no es suficiente para simular la experiencia.
Fuente: Fast Company
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